La importancia de la salud dental durante el embarazo

Salud dental y embarazo
27 Abr 2023 Diagnóstico Dental

Existen algunos mitos sobre la salud bucal durante el embarazo, como que se pierden dientes durante el embarazo, pero esto no es cierto.

El embarazo es una etapa emocionante en la vida de una mujer, pero también puede ser un momento en el que se presenten diversos cambios en el cuerpo, incluyendo en la salud dental. Durante este período, es fundamental mantener una buena higiene bucal y realizar visitas regulares al dentista para prevenir enfermedades dentales y reducir los riesgos asociados con la salud oral.

La salud dental es esencial para el bienestar general de la madre y el desarrollo del feto. Durante el embarazo, los cambios hormonales pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades dentales, como la caries y la enfermedad periodontal. Además, el crecimiento del feto puede aumentar la demanda de calcio y otros nutrientes, lo que puede afectar la salud dental de la madre.

Por lo tanto, la buena higiene bucal durante el embarazo es importante. Esto incluye cepillarse los dientes al menos dos veces al día con un cepillo suave y pasta dental fluorada, usar hilo dental diariamente y realizar enjuagues bucales con agua o enjuague bucal sin alcohol. Además, se recomienda evitar alimentos azucarados y mantener una dieta saludable y equilibrada para asegurarse de obtener suficientes nutrientes para la madre y el feto.

Es importante también programar una visita al dentista durante el primer trimestre del embarazo para una evaluación completa y tratamiento dental, si es necesario. Y no tengas dudas, es seguro recibir tratamiento dental durante el embarazo, aunque es importante informar al dentista sobre la situación de embarazo. Ya que es necesario tomar algunas precauciones para el uso de radiografías y anestesia local de manera que estas también sean seguras durante el embarazo.

El cuidado dental durante el embarazo y sus complicaciones más comunes

Durante el embarazo, los cambios hormonales y los hábitos alterados pueden predisponer a la mujer a problemas de salud dental. Una de las complicaciones más habituales es la gingivitis, que se da principalmente en el segundo y tercer mes de gestación y puede afectar en torno al 60% de las embarazadas. Además, la respuesta inflamatoria frente a la placa bacteriana es más acentuada durante el embarazo.

En el segundo trimestre, muchas mujeres pueden desarrollar el granuloma o épulis del embarazo, una lesión en forma de bulto en la encía que sangra fácilmente y puede afectar la estética. Se trata de una intervención sencilla. Se recomienda su extirpación para evitar mayores molestias.

La tendencia a desarrollar caries también puede aumentar durante el embarazo, debido al mayor consumo de azúcares y a la acidez de la boca. Las náuseas y los vómitos, frecuentes en el primer trimestre, pueden dificultar la higiene oral adecuada, lo que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades dentales. En este sentido, se recomienda cepillarse los dientes después de devolver o al menos enjuagarse la boca.

¿Cómo cuidar tu boca durante el embarazo?

Siempre son cuestión de sensatez, pero aquí van algunas recomendaciones:
1. Higiene buco-dental: ser minuciosas para una limpieza correcta
Siempre del serlo, pero durante el embarazo la higiene dental debe realizarse a conciencia. Utiliza cepillos de cabeza pequeña, su diseño reduce la posibilidad de padecer náuseas.

Y ya sabes, como siempre, usa dentífricos con flúor y usa la seda dental.

2. Comer saludable: la comida afecta a la boca.
Una dieta sana siempre es primordial, y también lo es durante el embarazo. Salvo que tu médico indique otra cosa, se pueden consumir lácteos, fruta fresca, queso y yogur,… Elimina los alimentos y bebidas azucaradas.

3. Revisiones periódicas con el dentista
Si aún no estás embarazada pero quieres estarlo, comenta con el dentista qué tratamientos se pueden adelantar. Después y durante la gestación, se deben tratar las gingivitis y las caries, ya que no hay contraindicación para ello y se pueden utilizar las técnicas anestésicas de rutina. Si tu boca está sana reduces el riesgo de su transmisión al recién nacido.

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